Carnets

Vivimos en la era de los carnets. Probablemente, España sea el país más carnetizado del mundo. Aparte de los habituales en casi todas partes (de identidad, de conducir), y los menos habituales, pero también muy extendidos (licencia de armas y de tenencia de animales peligrosos, que también se consideran armas), tenemos carnets de manejo de maquinaria peligrosa, certificados de profesionalidad que añaden a nuestro careto la afirmación de que conocemos el oficio que llevamos ejerciendo desde hace 20 años (y sin carnet ninguno), amén de un sinfín de carnets voluntarios: de socio de la biblioteca, del gimnasio, del equipo de fútbol, de partidos políticos, asociaciones y ONGs, tarjeta ciudadana o sanitaria, pase de transporte, carnet de jubilado o de minusválido, certificado de residente, y seguro que me olvido muchos.
Con tantas tarjetas, nuestra cartera parece el bolsillo de un árbitro, y aún así, yo echo a faltar un carnet imprescindible que aún no se ha puesto en marcha (que yo sepa) en ninguna parte: el de padre / madre.
No podemos servir cafés en un bar sin el carnet de manipulador de alimentos, ni adoptar un pitbull sin el de tenencia de animales peligrosos, pero en cambio cualquier descerebrado, psicópata o asesino en serie cuyo cuerpo esté en condiciones de procrear, puede no sólo traer criaturas al mundo, sino también tener su custodia y educarlas, salvo que alguien le denuncie y un juez dicte una sentencia que lo impida, lo cual suele llegar demasiado tarde. Me horrorizan ciertas cosas que estoy viendo últimamente con respecto a niños y su educación: niños asesinados a golpes después de que su abuela hubiera interpuesto varias denuncias contra sus padres, casos de pedofilia en el ámbito familiar, abandonos y desatenciones, y muchos casos de simple mala educación, y me pregunto: estos casos ¿no podrían evitarse, o al menos reducirse, mediante la instauración de un carnet para criar niños? Ya sé que la justicia retira custodias cuando lo considera necesario, pero ¿no sería mejor denegar el carnet que retirarlo una vez ocurrido el accidente? ¿Y los daños colaterales? Para adoptar un niño por las vías legales, son necesarios innumerables trámites, entrevistas, documentos, controles médicos y psiquiátricos, y más pruebas de solvencia económica que para pedir una hipoteca. En cambio, los hijos naturales nacen y crecen sin ton ni son, incontrolados como las flores en el campo.
Este es normalmente el punto en que cientos de voces se alzan a coro para preguntarme si tengo hijos, ya que la sabiduría popular niega a los que no los tienen el derecho a opinar sobre el tema. Reconozco que no tengo ninguno, y dudo que nadie me diera un carnet para tenerlos, en caso de que existiera. No obstante, me permito opinar sobre el tema, al fin y al cabo, cualquiera opina sobre fútbol y política sin tener experiencia propia, y nadie se escandaliza.
Y ejerciendo este derecho, opino que es urgente la instauración de un carnet de paternidad /maternidad a nivel mundial. Ése sí sería un carnet útil y necesario. Y urgente.

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