Pichaflácida69 busca Chocholoco75

Durante el breve periodo que transcurrió desde que mi ex abandonó mi puerto para atracar en otros hasta que encontré a mi actual pareja, estuve navegando por los procelosos mares de los portales de contactos. Hoy en día, ya no se lleva ligar por métodos tradicionales. Internet ahorra tiempo y energía porque vas a lo seguro, la gente se presenta tal como es y no hay que andar con adivinanzas...¿o sí? Entonces, ¿por qué la mayoría de gente se da de alta con seudónimos? ¿Por qué, cuando profundizas en los perfiles, descubres que Pichaflácida69 se describe como un semental y Chocholoco75 como una puritana de la época victoriana?
En cualquier caso, me puse manos a la obra, elegí uno de los portales disponibles y me dispuse a crear mi perfil. Como aún no sabía muy bien qué estaba haciendo allí, elegí el apodo "Pasabaporaquí", dediqué más de una hora a escoger tres fotos presentables, sólo para descubrir que quien más, quien menos, cuelga un selfie hecho en el baño de su casa o una foto que se hizo en una boda diez años atrás, y empecé a responder una batería de preguntas más o menos íntimas, que desvelaban a cualquier interesado en mi persona, y de paso también a mi madre, mi abuela y la vecina de enfrente si prefiero la postura del perrito o la del misionero, si he tenido más o menos de veinte amantes y cuál ha sido la situación más embarazosa de mi vida (indudablemente, completar este perfil), y después de una tarde entera, que 20 años antes habría invertido en ir a la discoteca, tomarme un cubata y ver si alguien se animaba a bailar conmigo, mi perfil y mi paciencia estaban terminados y me fuí felizmente a la cama.
A la mañana siguiente, al revisar mis e-mails sobre la taza del váter, como todas las mañanas, me encuentro que "Kapuyitodalelí25", un Millenial cuya foto evidencia su afición al Cannabis, me ha enviado...¡una sonrisa! ¡Manda huevos! A mis cuarenta y pico años y habiendo toreado en más plazas que Manolete, ahora va un pavo imberbe que no sabe escribir español correctamente y me envía ¡una sonrisa! Pero, ¿a qué pureta se le ha ocurrido que enviar sonrisas virtuales ayuda a ligar? Este portal debe estar gestionado, como mínimo, por el Opus.
En este estado de cosas, lo raro no es que todo el mundo busque pareja en las redes sociales, sino que alguno lo consiga.

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